LA CONFIANZA, LA ALIADA DE CUALQUIER PILOTO (PSICOLOGÍA DEPORTIVA)

Según nos explica la psicóloga deportiva Meritxell Bellatriu, existe un ingrediente básico para aventurarse hacia cualquier meta, ese es la confianza. Se necesita de ella para afrontar cualquier reto. Para alimentarla se requiere actitud positiva y una valoración ajustada en la que uno tiene en consideración habilidades y capacidades sin olvidar sus debilidades. La confianza es la creencia de que una persona tiene los recursos necesarios para hacer frente a una determinada situación. En caso de que esta no sea la adecuada puede que la situación sea percibida como una amenaza en lugar de como un reto. La confianza no es una variable estática sino que puede variar por diferentes motivos.

Un piloto puede no sentirse con la suficiente confianza como para afrontar un salto, una dificultad técnica o una competición. Su falta puede sostenerse en creencias distorsionadas. Observamos que algunos pilotos presentan una desproporción entre su nivel técnico y su autoconfianza. ¿Cuántos deportistas manifiestan que su rendimiento es menor en competición que en entrenamientos? Bastantes.

Como anunciábamos la causa o las causas de una falta de confianza pueden ser de diferente naturaleza en función de cada piloto. Si este pretende fortalecer su confianza hará bien en intentar identificar qué es lo que puede estar condicionándola. Para realizar este proceso puede ser de ayuda observar cuando aparece y como se manifiesta. Os planteamos una serie de recomendaciones para reforzar la confianza:

  • Establecerse objetivos realistas concretos a corto plazo.
  • Pensar en positivo de forma realista.
  • Es necesario comprometerse con la preparación.
  • Visualiza el éxito.
  • Focalízate hacia lo que quieres conseguir no hacia lo que quieres evitar.

 

Algunos pilotos manifiestan que no pueden avanzar o que padecen más de lo normal porque les aborda un miedo paralizante comprometiendo su ejecución. El miedo es una de las emociones que más limita. Su función inicial es la de proteger poniendo a la persona en alerta. Sin embargo, en ocasiones, el miedo se extiende y se presenta de forma irracional y descontrolada. Uno de los peligros del miedo paradójicamente es que a causa de él un piloto puede exponerse a un mayor riesgo por no atender  a lo que realmente debería. El miedo distrae y expone. Por ejemplo, si un piloto se focaliza en no caerse, este pensamiento acaba despistándolo y no dejándole espacio para centrar su atención en aspectos como la trazada, su posición encima de la moto, etc.

¿Qué hacer frente al miedo? Identificar cuál es el temor y ver si la reacción emocional sentida se ajusta y proporciona a las circunstancias. Una vez cercado el miedo, es momento de plantearse cómo afrontarlo. Es importante no querer que este desaparezca por arte de magia rápidamente. Puede que el miedo esté centrado en un razonamiento irracional pero finalmente la reacción emocional está presente y esta es totalmente real. Por ese motivo el piloto necesita de un tiempo (que puede variar de una persona a otra) para ajustar esa respuesta.

Existen diferentes estrategias cognitivo-conductuales que pueden ser de gran ayuda para disminuir el miedo. Entre algunas de ellas encontramos la substitución de pensamientos, la visualización y la desensibilización sistemática. Estas técnicas pueden utilizarse combinadas. Cabe incidir que deben ser dirigidas por un psicólogo para que su aplicación sea la adecuada